Durante el primer cuatrimestre de 2025, Bolivia registró un total de 414 conflictos sociales, marcando una tendencia ascendente en comparación con finales de 2024. Si bien la crisis económica continúa siendo el principal detonante de las protestas, el informe evidencia una creciente complejización del escenario conflictivo, con la emergencia de nuevos temas vinculados a la gestión institucional, los servicios públicos y, de forma destacada, al proceso político-electoral en curso.

En particular, se identifican 27 conflictos de naturaleza político-electoral, que, pese a representar solo el 5% del total, han tenido un impacto desproporcionado por su intensidad, alcance territorial y efectos en la convivencia democrática. Estos casos incluyen enfrentamientos entre facciones del MAS, demandas de garantías electorales por parte de organizaciones cívicas e indígenas, y conflictos relacionados con la legitimidad del Órgano Electoral y del sistema judicial.

El informe advierte sobre un riesgo creciente, producto de la acumulación de tensiones económicas, la polarización política y la falta de canales efectivos de diálogo. En este contexto, se identifican factores críticos como la posible inhabilitación de candidaturas, la postergación del calendario electoral o un agravamiento de la escasez de combustibles.

Este análisis se publica en el marco del proyecto “Construyendo culturas democráticas y de paz”, impulsado por Fundación UNIR Bolivia con el apoyo de la Embajada de Suecia, y busca ser un insumo útil para comprender los desafíos que enfrenta la democracia boliviana en 2025.

📌 Contacto: conflictos@unirbolivia.org | www.unirbolivia.org